Intensifican la búsqueda de Alexander Ostriz, el joven de 24 años que está desaparecido desde el jueves 10 de agosto. En las últimas horas la Fiscalía de Delitos Complejos, a cargo de Mariana Rivadeneira, consiguió nuevos datos para sospechar que el muchacho, que trabajaba para un prestamista, podría haber sido sacado de la provincia, por eso ya se contactó a la Policía de otros distritos y a la Justicia Federal. Aun no se descarta ninguna línea.
Ostriz vivía en Estación Aráoz, una localidad rural de Burruyacu. El 10 de agosto le preguntó a un amigo si podía llevarlo hasta determinado lugar, donde debía encontrarse con un desconocido. Esa persona le respondió que no, porque tenía un compromiso casi a la misma hora, pero que podía ayudarlo acercándolo hasta un punto en la ruta en la que hay una garita. Ostriz aceptó y se quedó en ese lugar desolado. Fue la última vez que se lo vio. Al principio existió una confusión porque un familiar informó que lo habrían subido a una camioneta Toyota Hilux, pero luego el amigo del joven confirmó que fue él quien lo trasladó ese día hasta la ruta y luego siguió su camino hacia una peluquería, donde tenía turno. Esa persona recibió minutos después un mensaje escalofriante desde el teléfono de Alexander: “Ayudame. Me están llevando a la ciudad”.
Una extorsión
Ayer trascendió la novedad de que una familiar de Ostriz recibió una llamada desde un número con prefijo de otra provincia. “Quedate tranquila que Alexander está con vida”, le dijo una voz misteriosa, que le exigió que pagaran una suma de dinero (el monto no se informó) para liberarlo.
La extorsión encendió las alarmas de la familia del joven, que rápidamente informó a la Policía de la situación. En ese sentido, las autoridades les advirtieron que puede tratarse de una estafa y les recomendaron no efectuar ningún pago. Ejemplos de este tipo de tretas sobran, pero uno de los más recientes los sufrió la familia de Manuel Mohamed, el jubilado que fue encontrado muerto luego de cinco días de búsqueda. Durante ese lapso, un oportunista se comunicó con los hijos de la víctima a través de un número de otra provincia y les exigió un rescate para liberar al hombre de 79 años. Luego se descubrió que Mohamed había sido ultimado el mismo día de su desaparición. La familia no cayó en la trampa. En el juicio por ese crimen, Fátima Mohamed dijo: “no puedo creer que haya gente tan despiadada que pretende estafar a personas que atraviesan un momento tan doloroso”.
Sin embargo, tampoco puede descartarse que efectivamente Ostriz pudiera haber sido víctima de un secuestro extorsivo. Por eso se le dio intervención a la Justicia Federal para que paralelamente inicie una investigación sobre el caso.
Otra cuestión que diligenció Rivadeneira fue pedirle colaboración a la Policía de Santiago del Estero, porque Estación Aráoz no está muy lejos del límite provincial y hay ciertos indicios para creer que en realidad, si decidieron trasladar a Ostriz, lo hayan hecho hacia el este y no hacia la capital (hacia el oeste) como indicaba el mensaje de texto.
Las teorías en su gran mayoría vinculan como móvil del hecho a la actividad que desempeñaba Ostriz. Como empleado de un prestamista estiman que podría haber tenido algún problema con algún deudor o acreedor. Pero hay una segunda alternativa que no se puede descartar todavía. Si bien hasta el momento no hay ninguna prueba que vincule a algún narco con este hecho, los pesquisas no descartan que en su espera la víctima pueda haber llegado a ver o a tomar conocimiento sobre “alguna situación que alguien no quería que pudiera contar”. Esa hipótesis surge con base en el lugar desolado en el cual Ostriz fue visto por última vez.